El estudio, publicado en el periódico británico "The Lancet Global" evaluó el menú de 197 países entre 1990 y 2010, que en ese momento albergaban casi el 90% de la población mundial. Y Cabo Verde figura en tercer lugar entre los países que consumen alimentos más saludables.
Armenia, Hungría, Bélgica y la República Checa son los cuatro países con las dietas menos nutritivas del mundo. El Chad, Sierra Leona, Malí y Gambia, todas naciones africanas, ocupan los primeros lugares entre las mejores dietas del mundo.
Azerbaiyán, Eslovaquia, República Checa y Bélgica representan el cuadrante de las Naciones con un mayor consumo de comida chatarra, una lista en la que los Estados Unidos se sitúan en noveno lugar, seguido por Rusia, que cierra la tabla.
Esta llamativa contradicción muestra que en los países más ricos la comida de mala calidad ha tomado el dominio de las mesas. Aunque tengan un mayor acceso a los alimentos, estas naciones viven esa vieja batalla dónde hay mucha más cantidad vs. mala calidad.
Por otra parte, son las naciones con pequeña cantidad de alimentos las que consumen mayor calidad de los mismos. Según la encuesta, la base de la dieta en los países donde la mayoría de la población vive en la pobreza e incluso registra muertes por hambre, no ha cambiado en los últimos 20 años. Y aunque el acceso a los alimentos es muy reducida ésta es más rica en nutrientes que los alimentos derivados de los procesados que se consumen en los países ricos.
Según el estudio, los estados pobres consumen más frutas, verduras, frutos secos y cereales, alimentos que son buenos para la salud y ayudan a prevenir enfermedades como la diabetes, la presión arterial alta, el cáncer y la obesidad.
Mientras que los países ricos cada día llenan el plato con alimentos que aumentan las posibilidades de que estas enfermedades aparezcan, y hasta el año 2020 van a ser los responsables de más del 75% de todas las muertes en el mundo.
La investigación también señala que los ancianos comen mejor que los jóvenes, y las mujeres siguen dietas más saludables que los hombres.
Fuente: ASemana