Conforme al artículo del periódico “Cinco Días”, esta inversión se concentra en dos proyectos: El primero, con una inversión de cerca de 6.000 millones de euro, a la expansión y mejora de la calidad de las redes de telefonía móvil y fija y el segundo, con una dotación de unos 600 millones de euros, va exclusivamente dirigido a la aceleración de los despliegues de fibra.
La operadora apuesta por la fibra óptica, entre sus planes estratégicos se encuentra el proyecto de crecimiento de las redes de fibra en los hogares, ya en 2017, la compañía ya llegó a 16 nuevas ciudades brasileñas.
Además, el grupo quiere sacar partido de la posición industrial que tiene en España. En la reciente presentación de las cuentas de 2017, el consejero delegado de Telefónica, Ángel Vilá, destacó que la experiencia en España permite a la empresa “industrializar el despliegue de fibra”, añadiendo que los países latinoamericanos se puede beneficiar a corto plazo de despliegues de infraestructuras de fibra más eficientes. El ejecutivo aseguró que la operadora está acelerando en la fibra en Argentina, Perú, Chile y Colombia.
Con el movimiento, Telefónica busca reimpulsar su posición en Brasil, un mercado clave que aporta cerca de una cuarta parte de los ingresos del grupo, y en el que cuenta con casi 100 millones de clientes.
Fuente: Cinco Días